Un Dorian Gray
cambio de investidura
Lorenzo Aguirre
Oscar Wilde, el escritor y dramaturgo irlandés del siglo XIX más destacado del Londres victoriano tardío, nos ofreció “El retrato de Dorian Gray”, novela de terror, gótica, con fuerte temática faustiana, la cual cuenta la obsesión por la eterna juventud, belleza, control por el protagonismo y poder total, narrativa con una profunda reflexión acerca del bien y el mal. La página viene a cuento en relación al líder del “PSOE” – hoy presidente en funciones -, Pedro Sánchez, quien defiende a una persona prófuga de la justicia, al mismo tiempo que, con tal de permanecer otros cuatro añitos – terribles para el pueblo español – en el sillón de La Moncloa, acepta sus imposiciones. Las mismas, comprenden una amnistía inmediata, “borrar desde el año 2014 todos los acontecimientos en Cataluña”, además de llevar adelante un referéndum respecto a la autodeterminación, entre otras “pequeñas cosillas” para que Carles Puigdemont y sus camaradas de “Junts per Catalunya” – partido político cuya corriente ideológica defiende la renuncia a identificar sus ideas con la gama política clásica, a las cuales las declara obsoletas, más allá que propugna una confrontación con España y obtener la independencia – acomoden sus nalgas en asientos compartidos para presidir España, aunque la odian y son fanáticos del separatismo.
Carles Puigdemont, lanzó su amenaza: “la pregunta no es si estamos listos para negociar, sino si lo están los populares y socialistas”, para posteriormente complementar: “de lo contrario se repiten elecciones, con riesgo a que los equilibrios políticos sean tan frágiles como ahora”.
Ante tal “tolerante” exposición la mayoría del pueblo español quedó sorprendido, y en particular del precio económico – político que, el fugado, lanzó de manera descarada.
Nosotros, en “OPINAR”, hace un mes y medio nos referimos al respecto…. los españoles, ¿recién se dan cuenta?
También adelantamos algo más; de concretarse la amnistía, hasta que llegue la autodeterminación se pondrá en juego una secuencia de reivindicaciones desde el aspecto económico, y no tengan duda que Pedro Sánchez las conferirá con tal de continuar atornillado al maldito poder, además de colocar sobre la mesa 20 mil millones de euros por año con destino a Cataluña, pese a que una parte de esos lugareños (no son mayoría) desea desligarse de España, no pagar a Madrid la deuda de casi 80 mil millones de euros, continuar quebrando a España, vaciar sus arcas – lo vienen haciendo desde la época de Felipe González – y llevar los millones a través de Andorra ayudados por una buena parte de “fieles decentes” de la guardia civil que “colaboran en el esfuerzo” de cargar “la encomienda”, para que, a los chavales, no les sea demasiado pesado.
Más allá de lo expresado, los separatistas catalanes no permiten negociar ni siquiera los temas propios de Madrid, pero exigen que dicho Gobierno tenga en lo económico, “gestos de humanidad”, como “deber moral” ¿?, para “estimular” la transformación hacia una “Nueva Cataluña” que pretende ser independiente, pero al mismo tiempo continuar siendo parte de la Unión Europea.
El bloque de referencia respetará obviamente la decisión de Cataluña de desligarse del resto de España, pero no cabe duda que, el “flamante” país, no integrará el espacio comunitario, y si la “Nueva Cataluña” lo deseara, deberá llevar adelante los trámites y el proceso de adhesión correspondiente, de la misma manera que los demás países.
Lo mismo en cuanto a la relación con la “Organización del Tratado del Atlántico Norte”, de la cual quedaría aislada, pues, para ser miembro de la alianza se necesita consenso de todos los integrantes.
Volviendo a Pedro Sánchez; si respalda a Carles Puigdemont con sus maniobras inmorales, totalitarias, pisoteando la Constitución, España se transformaría entonces en una especie de Estado ilegal, proclamando un período constituyente que echa por tierra el sistema democrático, la legalidad que vive desde 1978.
Ante tanta ilegalidad del Estado… ¿el Gobierno, no se deslegitimaría?
Doña Yolanda, también tiene lo suyo…
La vicepresidente del gobierno español, y principal líder de la plataforma “Sumar” (coalición de 20 partidos políticos de ultraizquierda, sindicalista, apoyando a “LGBT”, antiimperialista, antineoliberalismo, europeísmo reformista), la marxista – comunista Yolanda Díaz, viajó a Bruselas para un encuentro con Carles Puigdemont – prófugo, requerido desde 2017 por el “Tribunal Superior de Justicia” por delito de prevaricación y desobediencia al “Tribunal Constitucional”, con agravamiento por malversación de caudales públicos -, pero el presidente en funciones, Pedro Sánchez, “ no estaba al tanto” de la “misión secreta”.
Grave error por parte de doña Yola, pues estando investida como vicepresidente no puede mandarse “esa escapadita vacacional de fin de semana”, porque no fue a contemplar el campo de batalla de caída de Napoleón, sino a ajustar negociaciones, y todo el mundo sabe qué cosa quiere Puigdemont a cambio de apoyar la investidura de Pedro Sánchez… lo mismo pretendido por “Esquerra Republicana” – cuyo presidente, Oriol Junqueras, en 2019 fue condenado por el “Tribunal Supremo”, a 13 años de cárcel por sedición y malversación de caudales públicos, pero más tarde indultado por el Gobierno de España (integrado por el “PSOE” y “Unidas Podemos”), saliera de prisión -: amnistía y referéndum de autodeterminación.
Más allá de lo expresado, ahora se pone en juego un “remate” – con martillo incluido – entre “Junts per Catalunya” y “Esquerra Republicana” para ver quien llega más lejos en las “contraprestaciones” – al decir de la “estirpe progresista catalana”-, y estar “mejor ubicado” en el mundo radical independentista.
Volviendo a Yolanda Díaz; la líder se mandó un paseíto por los campos de Waterloo contando con el aval de Pedro Sánchez, quien obviamente apoya el diálogo porque a cambio de desinflamar el conflicto de Cataluña obtendrá el apoyo para la investidura gracias a los escaños que le cederán, aunque, en las Cortes, tanto “Junts”, como “Esquerra”, le pasarán factura, comisión, y propina, durante los nuevos cuatro años de gobierno.
En el próximo período quedarán de lado – como hasta ahora – los profundos temas, porque Pedro Sánchez, no habla, ni le importa, más allá que tampoco tiene un harén, odaliscas, y lustradores de escritorios con un mínimo de claridad intelectual y profesional para abordar y marcar una ruta de acción, entonces, majaderamente, parece vivir en un mundo paralelo.
Desde hace tiempo existe un bloque operando contra España, y cada día se proyecta más compulsivo, aún en plena campaña electoral. Ahora, entre negociaciones por la investidura, ni siquiera existen propuestas nacionales porque el único interés es debilitar a España, sacarla de curso, y aplicar la intolerancia hacia 11 millones de españoles que son mayoría en las urnas.
Así, están las cosas; poco de pluralidad política, y menos cada día en el relacionamiento con medios de comunicación – ni responden a sus preguntas -, al mismo tiempo que pretenden hacer creer la existencia de una plurinacionalidad, y en consecuencia, obviamente niegan la soberanía nacional, pero charlotean sobre “derechos sociales” aunque el pueblo viva carencias económicas.
Al parecer, gran parte de los españoles no tiene los cojones bien puestos para mandar suficientemente lejos como para que se entusiasmen y no vuelvan, a esos inmorales escatológicos, y así definitivamente evitar que, los engendros, sigan vejando los contrapesos y poderes democráticos.