Venezuela: el cinismo frenteamplista como peor respuesta
Daniel Manduré
Esconderse, declaraciones tibias, patear la pelota para adelante o directamente defender la dictadura han sido las diferentes reacciones de la dirigencia frenteamplista ante la sangrienta dictadura venezolana. Nunca una postura firme contra el tirano y su avasallamiento continuo a todas las libertades y violación a los derechos humanos. Algunos, como la candidata a vicepresidente Cosse, está escondida, otros, integrantes de los sectores de más peso en el Frente Amplio, como tupamaros y comunistas en sendas declaraciones, terminaron como de costumbre, besándole las botas al dictador. El inefable Fernando Pereira y el propio Orsi diciendo que hay que esperar las actas y el informe del Centro Carter.
¿Qué actas esperan? Fernando Pereira sabe que esas actas nunca van a aparecer. El delincuente nunca va a presentar las pruebas de su delito. Sería como mandarse en cana solo.
El Centro Carter, caracterizado por su total independencia y que hasta antes de este comunicado era muy respetado por el propio régimen chavista, ya se expidió, y fue lapidario, dejando al desnudo el gran fraude electoral, expresando entre tantos otros conceptos que las elecciones en Venezuela no pueden ser consideradas democráticas.
Hay compromisos pasados, negocios turbios, entre el régimen chavista y anteriores gobiernos frenteamplistas que impiden también pensar adoptar otras decisiones.
El cinismo frenteamplista, como en tantos otros temas, parece no tener límites.
Pero hacemos mal si centramos el tema exclusivamente en el acto eleccionario, no se puede observar en forma aislada esa instancia, porque el olor nauseabundo que desprende el régimen dictatorial en Venezuela viene de larga data. ¿A quién puede asombrar lo que sucedió?
¿De verdad hay que esperar para decir que Venezuela es una dictadura? ¿hay que esperar para decir que ya se sabía que las elecciones iban a ser un gran fraude? ¿Qué actas quieren esperar?
Se vienen violando los derechos humanos desde hace años y de todas las formas posible. Persecuciones, torturas, asesinatos, ejecuciones extrajudiciales, presos políticos. Un total avasallamiento de las libertades individuales. Casi 8 millones de venezolanos que tuvieron que emigrar.
Sin separación de poderes, con un Poder Judicial corrompido y un legislativo integrado por títeres manejados por el tirano.
Un pueblo hambriento sin poder acceder a alimentos básicos y unos pocos enriquecidos. Gobernantes, empezando por Maduro a los que se los vincula con el narcotráfico.
Donde cada vez que aparece algún candidato con cierta chance de despojar del poder al dictador, se lo proscribe, como sucedió con María Corina Machado.
Un Consejo Nacional Electoral, sin transparencia alguna y sin las mínimas garantías. Aparatos represivos militares y paramilitares que con total impunidad asesina a su pueblo.
Todo es verdaderamente repugnante.
¿De verdad pensaban que iban a haber elecciones cristalinas y con garantías?
Hasta crearon unos días antes de la elección una empresa encuestadora trucha para decretar ganador a Maduro.
Solo permitían ingresar al país observadores amigos del régimen, al resto se les prohibió ingresar.
Hubo una gran manipulación y distorsión de los resultados electorales. La oposición no podía ingresar a controlar el recuento de votos.
El tirano Maduro salió a los medios a comprometerse con entregar el 100% de las actas con los resultados, pero unas horas después declaró que le iba a resultar imposible hacerlo por haber sido víctima de un ataque cibernético.
Parece una pieza de la mejor ciencia ficción.
Maduro recibió las felicitaciones de las dictaduras cubanas, chinas nicaragüenses, rusa, iraní unidas a los ya mencionados sectores frenteamplistas (tupamaros y comunistas). Los demás escondidos o titubeantes.
El enviado por el Frente Amplio como observador, Pablo Álvarez, llegó diciendo que las elecciones fueron transparentes y fue más lejos al declarar que el sistema electoral venezolano era más garantista que el nuestro.
Tan desprolijo, trucho e inmoral fue todo, que la suma de los porcentajes totales en vez de sumar 100% daban 132% y todos los partidos menores (😎 obtuvieron exactamente el mismo porcentaje, 4.6%. Hasta para hacer fraudes son burros.
Pasados varios días del acto eleccionario no hay información alguna de las actas con el resultado urna por urna, ni lo va a haber. Tampoco se habilitó, ni hay interés en hacerlo, un sistema que audite en forma independiente los resultados electorales.
Ganó la oposición, de eso no hay dudas, por un amplio margen. Hace muy bien el gobierno uruguayo, entre otros países, en reconocer como ganador al opositor Edmundo González.
Ojalá se pueda iniciar con la presión internacional una transición para que el pueblo venezolano vuelva a recobrar el camino de la democracia y la libertad.
Mientras, continuamos esperando por parte del Frente Amplio declaraciones contundentes y de repudio, en Venezuela Maduro, sigue encarcelando y matando sin el mínimo pudor. Hasta comenzó a hablar de la construcción de nuevas cárceles para todos los opositores, incluyendo a Corina Machado y Edmundo González
Es muy difícil pretender una declaración en conjunto del Frente Amplio acompañando a todos los partidos políticos de repudio al tirano Maduro. Recordamos como andaban, hasta hace muy poco tiempo atrás, a los abrazos y besos Maduro con Fernando Pereira, Abdala o incluso Mujica, acompañado hasta por el propio “Pato Celeste” haciendo “sus negocios”. Cuando recordamos como le entregaban las llaves de la ciudad, a Maduro o a Daniel Ortega considerándolos “ciudadanos ilustres” nos damos cuenta de que nuestra ingenuidad es mayúscula.
Quiero ver libre al pueblo venezolano y ver preso al dictador asesino. Y quisiera, que el Frente Amplio deje de decir gre gre y comience, de una vez por todas, a decir Gregorio.
Nos sentaremos a esperar, porque parados…