Politica Nacional

Cincuenta años de aquel dia y el porvenir

Marcelo Gioscia

Con motivo de un nuevo aniversario del Golpe de Estado de 1973, y tal vez por el encanto que tienen los números “redondos”, nuestro país y la ciudadanía en su conjunto, en una serie de eventos, ha dado testimonio de su inquebrantable sentir democrático y republicano. Nuevamente el Uruguay, ha mostrado al mundo la vocación por el diálogo y el acuerdo, la concordia y la paz, con la presencia de tres “veteranos de guerra”, quienes acompañaron al Primer Mandatario -que no era nacido entonces- y tomaron parte en los actos y brindaron nuevamente a todos, su ejemplo de permanente compromiso, militancia y respeto por las instituciones, pero por sobre todo, apuntaron al porvenir con la experiencia de lo vivido. El uso de la tecnología, la inteligencia artificial y la iluminación supieron aportar lo suyo, en reproducción de imágenes y encendidos discursos de los legisladores de aquel momento histórico, sin desconocer lo emotivo de cientos de velas prendidas, que rodearon al Palacio de las Leyes, como símbolo de vigilia. En pocas palabras, quienes rodearon al Presidente, dejaron su mensaje de unión y de un profundo respeto a la institucionalidad republicana, en defensa de la democracia, desde sus respectivas posiciones rechazaron las descalificaciones, abogaron por superar las contradicciones y encontrar causas nacionales que permitan la mejor convivencia dentro de la Ley. A nadie escapa que, el contenido que se le pretende dar al “nunca más” -tan repetido en estos años y en especial en estos días- no es el mismo para estos ex Presidentes, quienes representan a sus respectivos partidos políticos. Sin embargo, no resulta menor lo que simboliza su comparecencia conjunta. Ello dio una imagen de unidad y fortaleza del sistema político, que en rigor de verdad, pocos países del orbe pueden exhibir, lo que debe enorgullecernos como uruguayos. Sin perjuicio de lo expresado, nuestro porvenir como Nación dependerá de seguir fortaleciendo las instituciones democráticas e inculcando sus valores. Alejados por cierto, de las utopías de aquellos “iluminados” de filiación marxista, que pretendieron alcanzar el poder por las armas, abonando el camino hacia la ruptura institucional y el cierre del Parlamento. Pues debe tenerse en cuenta que, desde por lo menos una década antes del golpe de 1973, supieron alzarse contra normas constitucionales “liberales” que sólo contenían “derechos formales”. Para luego de los excesos padecidos por la dictadura cívico militar, construir un relato interesado, que busca presentarlos como los únicos defensores de los derechos humanos y del “nunca más” terrorismo de Estado. Por el contrario, debe insistirse en la difusión de los hechos comprobados con rigor histórico, para que quienes no fueron contemporáneos de los mismos, puedan registrarlos, analizarlos y luego adoptarlos o no, como propios. “Nunca más” violencia ni terrorismo de ningún tipo, para mantener la sana convivencia que le permita al habitante de este suelo desarrollarse humanamente, en un régimen de libertad y vigencia plena de la Constitución y la Ley.    

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