Cuando la mentira es la verdad
¿Desalojos expres?
Daniel Manduré
Hay mala fe, no hay dudas. Una voluntad decidida a desinformar. Dirigida a mentir. No por falta de conocimiento o error involuntario sino por una expresa decisión de engañar.
El título de esta nota, que hace referencia a la frase de un tema de la banda argentina de rock «Divididos», habla de cuando hay quienes pretenden transformar la mentira en verdad, habla de hipocresía. De esa línea delgada entre mentira y verdad, cuando parecería que para algunos gana quien mienta mejor. El tema es un grito de resistencia y protesta a que eso pueda suceder.
En estos últimos días ha sido lamentable escuchar a voceros supuestamente calificados del Frente Amplio como Bergara, Mujica, Andrade, dirigentes de FUCVAM, entre otros que han mentido alevosamente o lo que es peor con verdades a medias.
Hoy la ley de alquileres, la clásica, la que existe desde julio de 1974 continuará vigente. Con LUC o sin LUC. Quien quiera continuar alquilando bajo ese régimen lo puede hacer.
Esa ley se mantiene vigente, más allá de si se deroga o no la ley de urgente consideración.
Ahora bien, lo que incluye la LUC, es otra opción. Le abre la posibilidad a un número importante de ciudadanos que no pueden alquilar porque no tienen garantías ni dinero para un depósito.
Intenta beneficiar a los sectores más débiles.
Esta ley no busca solucionar el gran tema de la vivienda -que por cierto el frente poco hizo en 15 años- solo intenta favorecer a ciudadanos sin recursos, a inmigrantes que viven en pensiones muchas veces en una situación de tugurización total, a sectores jóvenes.
Esta nueva opción que le permite acceder a un alquiler sin garantías a familias que antes no lo podían hacer también tiene que tener una lógica contrapartida que le de cierta tranquilidad al propietario que se arriesgue a hacerlo. Un desalojo rápido en caso de mal pagador.
Es un acuerdo de partes, el inquilino logra acceder a una vivienda digna que de otra forma no lo lograría y el propietario tiene la tranquilidad de que al animarse a alquilar bajo este régimen, en casos de mal pagador, pueda hacerse de su vivienda con mayor prontitud.
Es un acuerdo justo.
Hay quienes dicen que hoy se puede alquilar sin garantía y eso es una verdad a medias.
¿Quiénes alquilan hoy sin garantía? Quienes tienen dinero para un depósito o quienes le alquilan en forma directa a un familiar o a alguna empresa con gran solvencia económica a la que el propietario no cree necesario solicitarle garantía. Pero el ciudadano común no lo puede hacer… a ellos apunta esta nueva alternativa.
También se trata de mostrar al propietario como a ese gran capitalista, todopoderoso, al que le sobran los billetes…y no es así. La amplia mayoría son ciudadanos de clase media, que muchas veces heredan una vivienda, la arreglan, la alquilan y es algunos casos es su principal sustento y que no pueden estar años esperando un desalojo y sin ver un peso.
Da mucha vergüenza ajena escuchar a actores políticos de renombre mentir alevosamente, hablando de que si se aprueba la LUC el inquilino será expulsado 3 días después…eso es falso.
Está bien discrepar, oponerse a una ley recurriendo a todos los mecanismos que un sistema democrático como el nuestro permite. Pero hacerlo con honestidad intelectual, con argumentos serios y no basándose en la mentira.
Me niego a pensar que la mentira le pueda ganar a la verdad.
Como dice la canción de Divididos, no quiero que «el bien y el mal definan por penal».