De Playlists a Pleitos
Spotify, empresa sueca de streaming, con base en nuestro país, ha lanzado una amenaza contundente: abandonar el país si no se ajustan dos artículos clave sobre derechos de autor en la ley N° 9.739, actualmente en discusión en la Rendición de Cuentas presentada recientemente ante la Cámara de Senadores. El viernes 1ero de diciembre pasado, a todos los que somos usuarios de la plataforma nos llegó un mensaje: «Nos comunicamos contigo para compartir noticias importantes sobre el servicio de Spotify en Uruguay. Lamentablemente, Spotify comenzará a retirar gradualmente su servicio en Uruguay a partir de enero de 2024, y cesará completamente el servicio en febrero».
El comunicado es más amplio donde incluye porcentajes que ya paga la empresa.
Con esos cambios dicen que van a pagar dos veces por las mismas canciones.
El 19 de julio, Spotify envió una carta al ministro de Educación y Cultura, Pablo Da Silveira, solicitando una revisión de las propuestas de modificación en los artículos 284 y 285. Argumentan que estos cambios podrían poner en peligro la viabilidad de su negocio en Uruguay al imponer pagos adicionales, afectando su capacidad para invertir y ofrecer servicios a precios razonables, con consecuencias perjudiciales tanto para la plataforma como para los usuarios.
La empresa destaca la paradoja de sus márgenes brutos, inferiores a los de las tiendas de discos tradicionales o estaciones de radio, a pesar de su gran popularidad. Además, señalan que estos márgenes ajustados deben cubrir diversos costos operativos, incluyendo la promoción del repertorio local y global, herramientas para artistas, recomendaciones personalizadas y la inversión en un equipo musical de primer nivel.
En su defensa, Spotify subraya su papel crucial en el crecimiento de la industria musical uruguaya, evidenciado por un aumento del 20% el año pasado gracias al streaming. Destacan su contribución para revertir el declive previo de la industria musical, plagada por la piratería.
Las propuestas de modificación en los artículos 284 y 285 buscan incorporar las redes sociales e internet como nuevos formatos para los cuales los intérpretes tendrían derecho a una retribución económica al reproducir sus obras. Además, el artículo 285 propone garantizar una remuneración justa y equitativa para autores, compositores, artistas intérpretes o ejecutantes, directores y guionistas en acuerdos relacionados con la comunicación pública y la disponibilidad de fonogramas y grabaciones audiovisuales.
Cómo dijo el Presidente: » Entendemos que es una plataforma importantísima para todos, hay que cuidar a los intérpretes y también a los autores, así que estamos en conversaciones»
¿Será que nos uniremos a una pequeña lista donde Spotify no opera?
¿Seremos igual que Corea del Norte, China, Siria, Irán, Rusia y Cuba?
En un momento donde la música y la tecnología convergen, la disputa entre Spotify y nuestro país sobre derechos de autor destaca los desafíos fundamentales que enfrenta la industria. La posibilidad de que la plataforma abandone el país genera preguntas sobre cómo se puede lograr un equilibrio justo entre proteger los derechos creativos y fomentar la innovación en el cambiante paisaje musical.
Mientras las negociaciones continúan, la resolución de esta controversia no solo afectará a los actores directos, sino que también sentará un precedente importante para la intersección entre la cultura, la tecnología y nuestra legislación.
Hace unos días Álvaro Delgado, secretario de Presidencia de la República y representantes de Spotify mantuvieron una reunión » en buenos términos» como ellos mismos dijeron.
Hay que ver qué pasa.
Cerrar nuestras cuentas, donde se estima casi un millón de oyentes, va a representar un gran perjuicio para muchos trabajadores.
Sobre todo a los artistas uruguayos de la industria musical en el mundo.
El peso de Uruguay en el mercado global es mínimo, pero debido a todo esto el resto del mundo nos mira, dado que podría sentar un precedente en muchos lados importantes.
Voy resumiendo.
Para los que somos usuarios apasionados de la plataforma, la incertidumbre en torno a la permanencia de Spotify en Uruguay podría tener un impacto significativo en la forma en que disfrutamos de la música.
La posible salida de Spotify del país podría limitar el acceso a una amplia biblioteca musical y a las funciones que tanto valoramos. No solo en lo musical sino en la enorme cantidad de postcast y audio libros que tienen.
Este enfrentamiento subraya la importancia de encontrar soluciones equitativas que protejan tanto los derechos de los artistas como la experiencia musical para los oyentes. La resolución de este conflicto tendrá repercusiones directas en la diversidad y disponibilidad de contenido musical para todos los usuarios, resaltando la interconexión entre los intereses comerciales, culturales y de los consumidores en la era digital.