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El gobierno y la policía de nuestro tiempo

Zósimo Nogueira

Superada la crisis económica del 2002 y el agite social de la región; encuestas y estadísticas le daban a Ministro Guillermo Stirling el mayor índice de aprobación entre los políticos colorados.

Su contacto permanente con la comunidad, las mesas de convivencia ciudadana y los programas vecino alerta y policía comunitaria lo posicionaron como el indicado para la contienda electoral de noviembre del 2004. Batlle y Sanguinetti apoyaron su candidatura. Pero la población opto por el cambio, el impacto económico que dejo la crisis eclipso largamente esa percepción de buena gestión en materia de seguridad. Comenzó el ciclo del Frente Amplio.

Tabaré Vázquez desplazo al Gral. Líber Seregni y habilito el ingreso al FA del MLN los revolucionarios guerrilleros y alcanzo la Presidencia.

José Mujica ocupo bancas en Diputados y Senado. Concurría al Palacio Legislativo en motoneta y en un Volswagen fusca.

Con su impronta chabacana y de pobretón cautivo y alcanzo la banda presidencial.

Su figura tan atípica trascendió fronteras apoyado en el falso relato.

Los ex guerrilleros se reunían en convenciones y una de sus consignas era el desarme y reducción de las FFAA y policía, considerados el mismo aparato represor.

Primo el criterio de Fernández Huidobro de ideologizar a ambas instituciones, continuando lo iniciado en dictadura en el batallón Florida.

Fueron designados ministros Eleuterio Fernández en Defensa y Eduardo Bonomi en Interior Tupamaros administrando el poder coactivo del Estado

Lucia Topolanski, siendo Vicepresidente, dijo que quería que las FFAA fueran frenteamplistas.

Con Tabaré Vázquez de Presidente y el Dr. José Díaz como Ministro del Interior, se aprobaron la llamada ley de humanización carcelaria y liberación de presos

Notoria desvalorización del esfuerzo policiaco. Una ley perdona delitos por gracia gubernamental.

Continuaban activos policías que habían  combatido a la guerrilla.  Los rotularon de represores y adherentes a la dictadura.

Una falsedad, la policía también fue víctima de desbordes militares. Sus comandos durante la dictadura fueron ocupados  por militares.

El primer policía designado Jefe fue el Inspector Leonel Luna Méndez. Presidencia de Julio María Sanguinetti, y primer Director Nacional el Inspector Nelson Da Roza en la presidencia de Luis Lacalle Herrera.

A partir de Jorge Batlle pasaron a designarse como Jefes de Policía a Oficiales retirados.

Dijimos que se impulso al retiro de oficiales superiores quitando compensaciones por vivienda, suma de grados por mayor permanencia y cese de devolución de montepíos. 

Se dispusieron pases a disponibilidad por no asignar destinos. Todo teñido de color político. Luego, pasados dos años, retiro obligatorio.

Un grupo de Oficiales y Sub Oficiales comenzó a organizar el sindicato. Sin apoyo de los mandos perdió intensidad pero al nombrar sus autoridades por mayoría numérica  predominaron los subalternos que se habían sumado.   Los iniciadores de la movida, desconocidas sus jerarquías y en minoría abandonaron la sindicalización.

La Ministro Daisy Tourné  vigorizó y apoyo la movida sindical. Un duro golpe a las jerarquías  y a la disciplina. Reclamos que se canalizaban por los mandos encontraron un  canal directo con el poder político.

EXPERTOS EN GRIETAS. Las demandas de mejoras que se planteaban eran excluyentes o diferenciales priorizando a los subalternos.

Para ahondar esta grieta, se eliminaron las sanciones disciplinarias de restricción de libertad y reemplazaron por sanciones pecuniarias. Multas, siguiendo todo un proceso administrativo.   

Deterioro de las relaciones jerárquicas; la verticalidad del mando  desdibujada.

A cubrir las vacantes de quienes fueron empujados al retiro.

Previo; el cambio de coordenadas en las calificaciones y ascensos.

Supresión de grados. Reducción de tiempos para alcanzar las máximas jerarquías y la  posibilidad política de digitar ascensos.

Menoscabo a la performance, dedicación, buena conducta, antigüedad y calificación en pasaje de grado.

Predominio de la filiación política, ideológica, o afinidad por sobre lo profesional. Un desplazamiento de la laicidad.

Y en el territorio la insistencia en transpolar sistemas operativos del hemisferio norte, muchos de ellos ya modificados.

Un primer intento de incorporar el prototipo de los Distritos de las grandes urbes norteamericanas.

Eso fue desactivado por el Sub Secretario del Ministerio del Interior (2007-2010) el Inspector Principal (r) Ricardo Bernal. El cargo más alto alcanzado por un policía.

A poco de su ida comenzó el bombardeo de trasformaciones, “la nueva policía”.

Se disolvieron las Direcciones de Investigaciones con sus Departamentos especializados por modalidad delictiva; Grupos de Apoyo (Radio Patrulla-talleres-Cayma-Plantel de perros-Policía Femenina etc.) y la Dirección de seguridad con sus Comisarias, que desprovistas de personal pasaron a ser receptores de denuncias y expedidores constancias.

Se crearon las zonas operacionales que concentraron la actividad de investigación y patrullaje de Montevideo.

En forma similar se organizaba el resto del país.

Un territorio más amplio, un servicio a distancia y edificaciones con diseños y colores poco identificables con la policía.

Se crea el PADO (Programa de alta dedicación operativa) con un pequeño sobresueldo diferencial por movilidad y dinámica.

No previeron que esa dinámica de respuesta también apareja una disminución del conocimiento del territorio de operaciones.

Conocimiento necesario para diferenciar lo anormal de lo cotidiano. Patrimonio de Comisarias y  servicios regulares de patrullaje.

Se incremento el personal de la Guardia Republicana dotándolo de tecnología y equipamientos para acciones de despliegue rápido.

Su entrenamiento para-militar y equipamiento hace que aumente su demanda. Allá van a realizar patrullaje, a controlar cárceles, a prestar garantía en operaciones de otras unidades.

Su función originaria de control de disturbios civiles pierde relevancia.

Convertida en dirección nacional y las Jefaturas se hacen dependientes de su apoyo. La saturación de tareas  y demoras en respuesta llevo a que muchas jefaturas vuelvan a contar con sus propios equipos GEO.

Otro actor, desestabilizador. El actual sistema procesal penal.

Jueces y policías han cedido protagonismo a Fiscalía General de la Nación A un enorme costo económico. Y con inequidades en la aplicación de justicia

Que tiene que ver con las posibilidades económicas del incriminado. Pericias e investigaciones que realizaba la policía, son parte de la tarea de abogados defensores y tienen costo suplementario.

Para evitarlos se cae en el extorsivo sistema de juicios abreviados, acuerdos entre defensores y fiscales regateando tiempos o modalidades de sanción.

Con la LUC se empodero a la figura del policía, retornándole tímidamente atributos.  Los Jueces continúan con su rol de homologar acuerdos. El Estado carece de capacidad para masificar juicios con las garantías y secuencias previstas procesalmente.

Los gobiernos del FA  han minado la interna policial.

Esto desmotiva, desalienta y genera grietas.

Los cambios a realizar en materia de seguridad son muchos.

El trabajo es arduo y comienza por la selección de gestores.

El Frente amplio propone más de lo mismo y con retroceso. Quiere derogar algunos artículos de la LUC. A sus asesores históricos han sumado al Crio General (r) Roberto Rivero, quien fuera Director Nacional de Policía, y luego cesado por procedimientos catalogados como irregulares sin pleno conocimiento ministerial.

Poco reprimía a las bocas de droga, enfocado en la búsqueda del gran procedimiento. Trabajaba en coordinación con los representantes de la DEA  en Uruguay.

Fue impulsor de las carreras de Guarteche y Layera, en Colonia donde fue Sub Jefe y en la Dirección general de represión al tráfico ilícito de drogas

Ese es el legado, hay que recomponer la carrera policial y reorganizarla en el territorio.

Mejorar salario, combatir corrupción y que lo profesional prime sobre lo afectivo.   

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