Política nacional

EL GOLPE DE ESTADO

Visión testimonial de actores no involucrados y hechos conexos

Zósimo Nogueira

Está muy claro el vínculo de tupamaros y militares que en reuniones solapadas trataban de incidir unos en otros, intercambiando información, seduciéndose con proyectos superiores de promover cambios sociales.

Como surge de mucho material y expresiones del Extinto Senador y Ministro de Defensa Eleuterio Fernández Huidobro al verse imposibilitados de vencer por medio de las armas, los Tupamaros se propusieron llegar al poder en comunión con un grupo de militares.

Estas tratativas tuvieron como un punto habitual de encuentros el Batallón Florida, pero eso era manejado por un grupo de oficiales no en consenso con la generalidad de la fuerza y seguramente también era observado por los servicios de contra inteligencia que se realizaban entre si las diferentes cofradías y grupos de afinidades del Generalato.

Menos conocimiento e involucramiento tenían las otras fuerzas militares; me refiero a Marina y Fuerza Aérea.

Sendic el líder tupamaro, sabedor y participe de esas tratativas fue baleado y apresado en setiembre de 1972 por fusileros navales.

Un actor principalísimo en todo esto sin duda fue el Gral. Gregorio Álvarez que contaba con un grupo de seguidores muy importante y había dado muestras de personalidad y liderazgo.  

Era un hombre duro, su hermano el Coronel Artigas Álvarez fue asesinado por los tupamaros al llegar a su casa, frente a mujer e hija.

Siendo Jefe de la región militar III con asiento en Minas se celebró un desfile militar, fueron enviados tanques como ostentación de poder.

Debían retornar a las unidades de origen pero Álvarez los retuvo.

Esa división interna de las Fuerzas armadas se aprecia hasta la llegada de Álvarez a Presidencia; mantuvieron la “apariencia” de un tutelaje a la Democracia pero sin la decisión final.  Tenían un civil de pantalla.

Un simulacro de Democracia

Nada más que eso; los mandos militares se designaban en todos los cargos ejecutivos, incluso como Intendentes-interventores.  

Montevideo mantuvo el cargo en manos de civiles adeptos al régimen.

Con el fracaso de la política económica de Valentín Arismendi, caída de la tablita y tremenda suba del dólar; avizorándose posibilidad de retorno democrático Álvarez y los suyos procuraron hacerse del poder, mantenerlo y si fuera del caso negociar poniendo condiciones.

Ya había ocurrido el fallido plebiscito del 1980 con el célebre debate de Bolentini-Viana/Tarigo- Pons Etcheverry.

Se venían tiempos de cambios.

Presiones del exterior y el agite permanente de líderes políticos. 

El más notorio Jorge Batlle, en permanente movilidad que trasmitía a propios y otras tiendas, en especial a blancos. 

En cuanto acto social y aún en funerales Jorge siempre presente actuando de manera solapada y discreta pues siempre fue observado, vigilado.

Tuve la fortuna y guardo el recuerdo de sus palabras en diálogos con él, a hurtadillas en dos oportunidades que fue citado a Jefatura por hechos de esta naturaleza.

Se celebró el Mundialito de l980 en Montevideo con las selecciones campeonas mundiales más Holanda.

Uruguay campeón,  una imagen de falso liberalismo que empujaba al retorno institucional.

Álvarez elegido Presidente (julio-agosto de 1981).

Se oficializó en reunión matinal de los Oficiales Generales realizada en la Calle Garibaldi, sede del comando General del Ejército, antigua Escuela Militar.

Se dio a conocer como resolución del Consejo de la Nación con fecha 1/09/1981.

Ese mediodía almorzó en el restaurant “El Buzón” de Hocquart e Inca con el General Hontou Jefe de la Región I y esposas.

Estaban felices, habían vencido en la disputa con otros generales.

Era custodiado por policías, en un solo auto fusca Volswagen. 

Viajaba armado, por lo general solo. Arma corta, metralleta y granadas.

Ocasionalmente lo acompañaba su ayudante el Coronel Cordone.

Vivía por la calle Campbell a la vuelta de la casa del embajador de Estados Unidos y allí contaba con servidumbre y custodia militar.

Trascurrido un par de años se conformó un grupo político negociador del retorno a la Democracia, desconozco la minucia de la interna militar pero había quienes querían largar el poder y quienes continuar.

Colorados, frente amplistas y cívicos comenzaron a reunirse con mandos de la dictadura como el General Rapela, el gran negociador fue el Dr Sanguinetti, j. Batlle promotor del acto del Obelisco del 27/11/1983 era rechazado.

Seregni preso, y Ferreira Aldunate en el exterior con su prédica contra el régimen dictatorial.

El criterio blanco de no negociar generó enfrentamientos entre su dirigencia y Sanguinetti, que actuando con la  lógica de lo posible no podía imponer condiciones en un pacto de transición con el poder real, “el poder de las armas”

Entre encuentros y desencuentros en 1985 retornamos a la democracia. Seregni y Ferreira Aldunate preso desde su retorno,  (hasta marzo y noviembre de 1984) respectivamente estuvieron impedidos como Batlle de postularse a la presidencia.

Batlle retorno a la política con los acuerdos cerrados.

Asumió el Dr. Sanguinetti la Presidencia y se legislo liberando presos políticos, ley de amnistía

Rebobinando

Previo a la elección de 1971, la zona céntrica poca iluminada como ahora era lugar de permanentes asonadas, cortes de calles, quemas de bancos de las plazas, neumáticos.

Acciones relámpago con inmediata respuesta de equipos de choque de las Guardias Republicana a caballo y Metropolitana con bastones policiales, gas lacrimógeno, carros lanza agua. 

Pedreas, miguelitos,  molotovs y hasta armas de fuego. Hubo muertes estudiantiles.

Facultades y centros de estudio convertidos en lugares de adoctrinamiento, escondrijo y elaboración de panfletos y armas.

Permanentes acciones guerrilleras, robo de vehículos luego utilizados en operaciones y asaltos.

Atentados, secuestros, cárcel del pueblo; un sinfín de atrocidades narradas con improntas ideológicas.

Copaban radios y hacían proclamas; Cortaban funciones cinematográficas, lanzaban panfletos.

Con el ingreso de las fuerzas armadas aparecieron las camionetas verdes y/o camufladas  denominados camellos.

La policía fue desplazada, los militares sin conocimientos ni capacidades para interrogatorios e investigaciones emplearon métodos atávicos de apremios, trasladando sus detenidos a unidades militares.

La guerrilla derrotada, nuevamente presa y/o en connivencia con los militares, alentó al golpe de Estado Militar para concretar cambios trasformadores. Al decir carcelario “haciéndoles la cabeza”.

La semilla germinó, el poder atrae, subyuga y así llegamos al fatídico  27/06/973 con la disolución del parlamento, discursos altisonantes cargados de bronca e impotencia y militares irrumpiendo en el Palacio Legislativo.

Tanques cubiertos de redes por 18 de Julio, cañones, contingentes armados, conjunción de sorpresa y sumisión a lo esperable.

Amontonamientos, personas procurando embarcarse para salir de Montevideo en plaza de Cagancha donde estaba la compañía ONDA y era punto de partida.

En ese mare-magnum también estuve; esperaba una carta-documento.

La ciudadanía asombrada, pero calma. 

Había hastío generalizado a tanto conflicto, a sirenas, corridas, balaceras. La situación económica no era buena y entre marchas y comunicados se aguardaba un buen desenlace.

Algunas fábricas y lugares de trabajo ocupados, prestamente fueron desalojados. 

Centenares de estos desalojados como mensaje aleccionador fueron trasladados al Cilindro, en donde luego de identificados permanecieron presos unos pocos días.

La vida continuó su curso normal, al día siguiente las oficinas públicas estaban abiertas, se aguardaba que esto fuera un acto como se decía estabilizador, y momentáneo; no hubo resistencia armada, era imposible que lo hubiera.

Cuanta ingenuidad, el despotismo fue cobrando intensidad, se fueron distribuyendo cargos, asignando competencias, tareas.

La repartija militarista. Los idealistas que seguramente los hubo  gradualmente desplazados.

El poder sin trabas, las prebendas, beneficios y asociaciones con el poder económico son tentadores y corrompen.

Doce años nos costó la aventura de unos inadaptados y la confianza desmedida como recurso salvador.

Cuidemos la democracia, seamos cautos, no se generen estructuras de poder que no puedan ser controladas.         

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