Rivera: el legado y el intendente Richard Sander
César García Acosta
Para la oposición, provenga de adentro o de afuera del partido político gobernante en la Intendencia de Rivera, la última encuesta del “monitor departamental de opinión pública” de OPCIÒN CONSULTORES, deja claro que los riverenses están conformes con su intendente.
Al tiempo que el partido colorado (PC) no evidencia repuntes en el termómetro electoral a nivel nacional, el Intendente de Rivera, Richard Sander, sucesor del actual ministro Tabaré Viera, según la encuesta del mes de junio de OPCIÓN CONSULTORES, alcanza los mayores niveles históricos de aprobación gubernamental con 73% de aprobación.
Contrariamente al accionar del PC en lo nacional, donde aún el partido se mantiene sin candidatos presidenciales en sus sectores, y en medio de una apatía generalizada que deja en evidencia carencias de propuestas, la coalición de gobierno que integra junto a blancos, cabildantes e independientes concentra todos sus esfuerzos.
Resulta claro que en la antesala de estos tiempos de campaña, los escenarios cambian y se complejizan rápidamente, requiriendo sus electores cada vez más de ofertas y plataformas que hasta que los presidenciables no estén en escena, difícilmente puedan concretarse
En un país culturalmente centralizado, los gobiernos de corte municipal tienen pocas oportunidades de resaltar si el partido del intendente no es del mismo color que el del presidente. En el caso de Rivera esa brecha de agranda por los 500 quilómetros que lo separan de la capital del país.
En materia económica la historia de Uruguay muestra la existencia de asimetrías territoriales estructurales sobre todo en la frontera con Brasil, del mismo modo que ahora ocurre en el litoral ante las diferencias cambiarias de la Argentina.
La economista Sabrina Rivero en un informe sobre las asimetrías que enfrenta la Intendencia de Rivera, expresó: “es unánime que la asimetría existe… Uno de los estudios que se toma como referencia es el realizado por el IECON denominado `Especializaciones productivas y desarrollo económico regional de Uruguay´ (2017), donde caracteriza a los departamentos de Uruguay en función de sus actividades y especializaciones productivas y de acuerdo a sus niveles de desarrollo económico relativo… En la categoría de nivel bajo están los departamentos de: Salto, Tacuarembó, Rivera, Artigas y Cerro Largo.”
En el Congreso de Intendentes donde Richard Sander es Vicepresidente, su reclamo invariable es lograr el cambio de mirada -ya no hacia el interior del país-, sino hacia los más perjudicados por razones de identidad regional y enclave territorial.
Ciertamente no es lo mismo integrar una planta territorial integrada a una ciudad brasilera, como sucede con Rivera y Livramento, que para quienes son separados por límites naturales: un río, una montaña o la selva. Para unos Rivera/Livramento son una ciudad con dos banderas, mientras para otros, esta versión de territorio internacionalizado, no es más que el desafío por compatibilizar las diferencias agravadas por una asimetría donde además del peso que le generan las políticas uruguayas, también Brasil hace lo suyo con las nuevas versiones de sus freeshopps o tiendas francas, donde los brasileros pactaron por ley muchísimos más productos si impuestos, que los que se admiten en la legislación uruguaya.
En base a esto la economista Rivero sostiene que, “se puede concluir que existe una asimetría territorial en nuestro país, que viene afectando históricamente a departamentos de frontera con Brasil y Litoral Norte (un problema estructural)… donde la informalidad y el trabajo de baja productividad se ven fuertemente afectados en esas coyunturas desfavorables. Estos factores son de gran importancia a la hora de evaluar aspectos económicos y sociales por departamento, a modo de lograr una distribución equitativa de las políticas económicas.”
En este contexto, Richard Sander, que fue el contador de Tabaré Viera en sus 10 años de Intendente, debió mantener el rango de empleos directos e indirectos generados desde la Intendencia, cumpliendo a un mismo tiempo con el pago de los fideicomisos de obras comprometidos en administraciones anteriores, que fueron contratados para poder ampliar la capacidad de ciudad de Rivera. Estos fideicomisos le permitieron a sus antecesores adelantar en el tiempo proyectos que mejoraron la vida de varias generaciones.
Los fondos nacionales que se transfieren a las Intendencias no pueden ser vistos como un apoyo del gobierno nacional, como hace notar desde el gobierno central: de lo que se trata con estas transferencias es de repartir los impuestos percibidos en los territorios donde se generan. Sólo el 3,33% llega a las poblaciones departamentales de la mano de sus gobiernos de cercanías. El restante 96,67% los administra discrecionalmente el gobierno central. Con esos recursos y con una presión fiscal al límite, el Intendente Richard Sander -logró mantener intacto y creciendo- un electorado que deposita su confianza en el gobernante Partido Colorado.