Noticias

Eutanasia, ahora sí

Muerte digna

Se aprobó en la comisión de salud de diputados el proyecto de ley sobre eutanasia el que pasará al plenario de la Cámara de Representantes para su debate y discusión, lo que seguramente sucederá el próximo martes 12 de agosto. Donde cada legislador de acuerdo a sus más profundas convicciones y con total libertad podrá expresarse, decidir y votar.

Un tema, que como tantos otros debería verse alejado de posturas político partidarias ni sujeto a dilemas de ningún tipo de ideología o posturas religiosas sino definido de acuerdo a nuestro concepto de libertad, a nuestros valores adquiridos, consideraciones éticas y filosóficas. Una república laica donde sus ciudadanos eligen libremente.

Sin más dilatorias, trancazos, zancadillas, pretextos ni hipocresías el proyecto podrá ser discutido y esperamos que aprobado en poco tiempo. El mismo establece con meridiana claridad el proceso y las rigurosas condiciones para su aplicación. Con todas las garantías médicas, éticas y con el marco jurídico adecuado. Respetando siempre la voluntad del paciente y con la participación de múltiples profesionales que van evaluando cada solicitud.

El puntapié inicial en este tema lo dio el hoy, ex diputado Colorado Ope Pasquet, que en la anterior legislatura redactó y presentó un proyecto sobre eutanasia motivado por el delicado momento que vivía Fernando Sureda, quien padecía una enfermedad neurológica degenerativa denominada esclerosis lateral amiotrófica y quien había iniciado una cruzada a favor de una ley en ese sentido.

Luego el Frente Amplio presentó otro proyecto, ambos se fusionaron, se realizaron otros aportes, se recibió y escuchó a numerosas delegaciones que, tanto a favor o en contra pudieron expresarse, pero que lamentablemente, por artilugios a los que hoy ya no es necesario hacer referencia en la anterior legislatura no se pudo aprobar, a pesar de tener media sanción.

Tenemos la seguridad de que en poco tiempo ahora si pueda concretarse.

Un proyecto de ley donde nadie obliga a nadie de nada, donde primará la autonomía del paciente al momento de tomar una decisión, donde incluso tendrá la posibilidad de revocar su postura inicial en caso de arrepentimiento.

Hay un momento donde a pesar de todos los esfuerzos posibles, cuando el fin es irreversible, cuando el dolor y el sufrimiento, físico y psíquico es insoportable y la vida se transforma en un verdadero calvario para el paciente y para su entorno, cuando ni siquiera los valiosos cuidados paliativos dan los resultados esperados que yo tengo el derecho a decidir como quiero que sea ese final. Es una decisión individual e intransferible que proviene del ejercicio responsable de mi libertad.

Mucho se ha dicho del tema por parte de quienes se oponen, respeto profundamente las creencias de quienes no comparten este proyecto de ley. A ellos nadie los obligará a nada. El mismo respeto exigimos quienes pensamos diferente y lo apoyamos. Sin dogmas que amputen el pensamiento libre.

El tema por su delicadeza y alta sensibilidad merece ser tratado por lo alto, sin falsas oposiciones, con una mirada humanista, laica y tolerante.

No es una elección entre vida o muerte, sino entre dos formas de morir. El buen vivir es tan importante como el buen morir. Hacerlo con dignidad.

Nadie puede discutir el derecho a la vida como derecho superior, en el que creemos y al que defendemos, pero cuando la ciencia ya no tiene en sus manos la solución para revertir o amortiguar esa situación límite y ya nada queda por hacer que intentar que ese momento sea atravesado de la manera más digna posible. Morir con dignidad.

Vemos como se pretende mostrar como una antinomia a la eutanasia y a los cuidados paliativos. Se los intenta mostrar como enfrentados, cuando en realidad son complementarios y no excluyentes. Una ley de cuidados paliativos ya aprobada que ofrece contención, soporte emocional, buscando disminuir los efectos del dolor y una mejor calidad de vida cuando se acerca el final. Pero llega un momento donde sus posibilidades se ven acotadas y toda solución aplicable parece estéril. Es aquí cuando se piensa en la eutanasia.

Decía el propio Marco Aurelio, emperador y filósofo romano ya en su época: » No es cuestión de huir de la vida, sino de saber dejarla ir».

La eutanasia no debe ser vista como una elección entre vida o muerte, porque frente a esa disyuntiva en una situación normal, no hay dudas cuál es la elección. El tema pasa por esas situaciones extremas que hemos relatado y a las que nosotros los seres humanos nos podemos llegar a enfrentar y es allí cuando debe primar mi libertad de elegir.

Esperamos que el proyecto se concrete en ley en poco tiempo.

Porque morir con dignidad también es un acto de amor, compasión  e incluso de respeto a la vida.

Compartir

Deja una respuesta