Política nacional

La flexibilidad laboral y educativa

Claudio Rama

En otra ocasión hemos analizado el incremento de la propensión a estudiar asociado al aumento del desempleo juvenil, mostrando la estrecha correlación directa entre ambas variables.

El actual escenario del desempleo juvenil, que ya había alcanzado al 27% en el 2019 y que se incrementó con la pandemia hasta cerca del 38% en su peor momento, se configura como uno de los elementos determinantes del cambio de la propensión a estudiar, especialmente en el nivel de educación técnica y superior.

Sin embargo, existen muchos elementos que están contribuyendo al incremento estructural de la educación y de la propensión a los estudios. En esta ocasión queremos referirnos al impacto de la flexibilidad de los mercados de trabajo en el incentivo a los estudios.

Dentro de esta flexibilización laboral dos escenarios específicos incentivan a los estudios: el incremento del teletrabajo en el ámbito laboral y la flexibilización de la jornada de trabajo, incluyendo el establecimiento de un seguro de paro parcial, que permite combinar más eficientemente trabajo y estudios.

Ambas dinámicas, resultado de políticas públicas pero también de acciones desde las propias organizaciones, están favoreciendo una mayor demanda por estudios, y son formas de flexibilización laboral que permiten tanto la expansión del empleo, tan necesaria hoy, como la utilización del tiempo para realizar estudios, y mejorar las oportunidades de mejores ingresos al mundo del trabajo.

La escasa flexibilidad de los mercados de trabajo, la cantidad de horas semanales estructuradas en forma diaria entre otras cientos de formas de estructurar el mundo del trabajo, tienden a limitar no solo el empleo ante dinámicas de producción y de mercado más flexibles, sino que además limitan el acceso educativo. En tal sentido hay una estrecha correlación entre la rigidez del mercado de trabajo y la escasa flexibilidad de los procesos educativos, que correspondería encarar.

En el actual contexto de la pandemia y de los cambios de las tecnologías y los mercados de trabajo, ambas variables están cambiando, lo cual tenderá a facilitar la combinación de trabajo y estudio, y por tanto el empleo como la posibilidad de estudiar.

La evolución del teletrabajo, como flexibilidad laboral, como se ve en el gráfico, habilita más opciones de estudiar

Pero desde el ámbito educativo se debe avanzar a una mayor flexibilización de los procesos educativos. Más allá de currículos con escasa pertinencia como los que dominan en secundaria o carencia de competencias y habilidades prácticas, limita en la capacidad de estudiar la existencia de estudios virtuales, de poder realizar evaluaciones libres, de cursos intensivos, sabatinos o en las vacaciones de verano e invierno.

Esto incluso puede ser realizado por el sector privado en tanto puedan ser reconocidos los créditos o mediante evaluación de aprendizajes, en caso de que los docentes no estuvieran dispuestos a modificaciones en sus modelos de trabajo. La flexibilización del mundo educativo requiere también el incremento en el uso de créditos, de educación a distancia, de MOOCs, de menos prelaciones o de diferenciación de formas de egreso, que hoy responden a los nuevos paradigmas que propende a una educación más centrada en los estudiantes y con mayor competencia entre las instituciones.

La flexibilidad laboral y educativa incluso se retroalimentan favoreciendo tanto al incremento del empleo como de la educación. Más aún, no habrá empleo de futuro que no sea un empleo real si no tiene una mayor educación. Es necesario entender que la flexibilidad del trabajo no es crear mejores condiciones para las empresas, sino de mejores condiciones para el trabajo, incluyendo la oportunidad de estudios, y de aprovechar las oportunidades tecnológicas.

En estos tiempos el aumento de trabajos de medio tiempo, la aparición incluso del seguro de paro parcial así como el incremento del teletrabajo, se están constituyendo en impulsores para la educación y están contribuyendo a una mayor posibilidad de estudiar, especialmente en carreras cortas y con rápida inserción laboral.

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