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Los pies en la tierra

Jorge Nelson Chagas

Anoche asistí a una charla del economista Gabriel Oddone, luego de la cual me di un «baño de vanidad» (no de humildad). ¿La razón? Muy simple: expresó en la misma conceptos sobre la actual realidad del país que he venido pensando hace tiempo Y lo hizo con sólidos fundamentos técnicos.

Lo primero y fundamental: Uruguay no está viviendo una crisis económica. La inflación está baja y el desempleo ha bajado. El crecimiento del PBI es bajo, pero no se estancó ni retrocedió. No hay malestar en los sectores de clase media y clase media alta, que en definitiva, son los que a la hora del voto definen quién gana.

Por otro lado, el manejo de la pandemia fue muy bueno. Es cierto que contó con la base de un sistema de salud eficiente heredado del gobierno anterior, pero esto no desmerece su buena actuación en la emergencia.

Asimismo, Lacalle Pou es un excelente comunicador, como muy bien lo explicó el periodista Linng Cardozo en su intervención, Su mensaje llega incluso a votantes de izquierda moderada, en especial cuando habla de educación. Por eso cuenta con un alto índice de aprobación.

¿El país tiene problemas? Sí, muchos. Algunos de los cuales la izquierda, en quince años de gobierno, no pudo solucionar. Como los bolsones de pobreza extrema.

Hay una cuestión central: si no se aumenta el crecimiento no se podrá distribuir para lograr mejoras sociales. Y la clave del crecimiento está en el agro, pero Uruguay tiene una fuerte matriz urbana que no ayuda a volcar recursos humanos y técnicos al campo.

Sin embargo, el gobierno bien puede argumentar en el año electoral, que no pudo concretar otros proyectos de desarrollo porque enfrentó situaciones imprevistas. Algo real.

Conclusión: la oposición – o al menos, una parte de ella- tiene una visión errada de la actual administración. No es un desastre.

En el año electoral, el gobierno podrá exhibir logros ciertos en su gestión. ¿Se le puede derrotar a un gobierno que le fue bien en la economía?

Lo más revolucionario es la verdad.

Y Oddone me demostró que es un revolucionario.

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