Necesaria transformación educativa
Marcelo Gioscia
En el “vale todo” con tal de derogar la LUC (Ley de Urgente Consideración) entre otras falacias, se ha llegado a manifestado que “se busca privatizar la educación pública” y que “los recortes” poco menos que van a dejar a estudiantes sin sus clases…es increíble el poder de las corporaciones! Y lo que es peor, la pretensión de confundir en forma por demás interesada a la opinión pública -que puede serles adicta- bajo eslóganes, que no resisten el menor análisis una vez se conoce y estudia la norma en cuestión. Pero claro, hoy el tema es recuperar el poder a toda costa, por más maquiavélico (adjetivo que surge del apellido del político y diplomático florentino, Nicolás Macchiavello, autor entre otras obras de “El Príncipe”, donde magistralmente describe que: “el fin justifica los medios”) que parezca, nos encontramos con muchos ciudadanos que votarán más inclinados por sentimientos, que por la razón. Para quienes, el análisis de la norma –producto del “compromiso por el país” de los partidos que conforman la coalición de gobierno- lejos está siquiera de intentarse. Los datos que tomaron estado público con relación al desempeño de nuestros estudiantes, así como al porcentaje de quienes no finalizan sus estudios, no pueden dejar de preocuparnos. Pues si a esta comprobación, le sumamos la insuficiencia o carencia de la comprensión lectora, el panorama es desolador. Porque al profundizarse las inequidades, aumentar el porcentaje de los que desertan y no alcanzan, no sólo a no ser capaces de realizar operaciones simples de Matemáticas sino además, a no poder interpretar ni comentar con sus propias palabras un texto que leen, ¿qué clase de ciudadano estamos formando? Sin adquirir las habilidades mínimas para poder insertarse laboralmente, tampoco podrán aspirar luego, a un empleo bien remunerado. Y de esa forma el círculo vicioso, se eterniza… Quienes increparon al Sr. Presidente de la República por los presuntos “recortes” que estarían “destrozando la educación técnica” debieran conocer los “grupos fantasma” a que se refirió un miembro del CODICEN en reciente entrevista, “en UTU se han constatado 17 clases sin ningún alumno y 283 clases con menos de diez alumnos, cada uno con al menos diez profesores asignados”, cuando la razón de ser de todo el sistema educativo son los estudiantes, no parece razonable que haya docentes que cobren “sin alumnos”, contrariando la norma constitucional que establece que “el funcionario existe para la función y no la función para el funcionario”. Desconocen que, las autoridades públicas son las responsables de la conducción de la política educativa y no las corporaciones gremiales. Habrá de instrumentarse la tan ansiada como necesaria transformación educativa, si es que se quieren recuperar posiciones en cuanto al rendimiento de los estudiantes en todos los niveles, especialmente en los que haya quedado en evidencia su rezago. Los peores índices de escolaridad y cumplimiento de los ciclos educativos, corresponden a los niveles sociales más bajos, lo que atenta contra la equidad de oportunidades de los egresados de la educación pública y sin lugar a dudas, favorece a la grieta social que debe restañarse. Esto hace también a la institucionalidad de nuestra República. Nada menos.