Política Internacional

Ramdin; un “moderado”, afín a China

Lorenzo Aguirre

Albert Ramdin, nacido en Surinam en 1958, es el nuevo secretario general de la “Organización de Estados Americanos” (“OEA”) – reemplazando al diplomático de nuestro país, Luis Almagro, cuyo mandato fue durante diez años -, convirtiéndose en el primer funcionario de un país caribeño que llega al cargo de referencia. Ramdin, fue elegido por aclamación – en consecuencia, no se votó – en la sesión del “Consejo Permanente” de la “OEA”, en la ciudad de Washington, al ser el único candidato, pues, su rival, el actual ministro de Relaciones Exteriores de Paraguay, y político perteneciente al “Partido Colorado” – posición de derecha -, Rubén Ramírez Lezcano, retiró su condición de aspirante al tener presente el poco respaldo. Albert Ramdin ocupará el cargo hasta mayo de 2030, y de acuerdo con las leyes de votación, el elegido por la “Asamblea General” únicamente podrá gozar una sola reelección, y no será sucedido por otra persona de una misma nacionalidad.

Albert Ramdin fue ministro de Relaciones Exteriores, Negocios Internacionales y Cooperación Internacional, además de ocupar diferentes cargos en Naciones Unidas, y especialmente en la “OEA”, desempeñándose durante dos mandatos como secretario general Adjunto. Desde dicho sitial, Ramdin dejó claro su apuesta al diálogo con el dictador Nicolás Maduro – además de recibir el pasado mes de febrero a Iván Gil, su homólogo venezolano, a efectos de “estrechar lazos” -, apoyo al Gobierno del presidente de Surinam, Chan Santokhi – miembro del “Partido de la Reforma Progresista”, de posición ultraizquierda -, como asimismo su profunda afinidad con Pekín.

La candidatura de Albert Ramdin fue respaldada por el presidente de Brasil, Lula da Silva, a quien se le sumara Gabriel Boric (Chile), Luis Arce (Bolivia), Gustavo Petro (Colombia), para más tarde adherir, México, Uruguay – ¡no faltaba más! -, a través del presidente Yamandú Orsi, y su gobierno conformado por comunistas y tupamaros. Luego, se plegaría Ecuador, Costa Rica, y República Dominicana, estimulando a la “Comunidad del Caribe”, integrada por Antigua y Barbuda, Barbados, Belice, Dominica, Granada, Guyana, Haití, Jamaica, Montserrat, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía, San Vicente y Las Granadinas, Trinidad y Tobago, y obviamente, Surinam.

Las reflexiones de un “moderado”

Albert Ramdin, que trabajó con los exsecretarios José Miguel Insulza (Chile) – “Partido Socialista de Chile”, ideología socialismo, allendismo, feminismo, progresismo, de posición izquierda -, y César Gaviria (Colombia) – perteneciente al “Partido Liberal Colombiano”, de ideología socialdemocracia, progresismo, de posición izquierda -, expresó que aprendió a ser solamente intermediario y no tomar partido de los conflictos.

El nuevo secretario general de la “OEA” se define pragmático, y dice: “mis opiniones personales no son relevantes. Me informo, y a partir de ahí, simplemente asesoro. Mi amigo Luis Almagro hizo desde su perspectiva lo mejor que pensó había que hacer, pero yo tengo un enfoque diferente”. Más tarde, Ramdin expuso la necesidad de evaluar las nuevas políticas de Estados Unidos, buscar acuerdos desde una posición de intermediario, pero, obviamente, muy alejado del perfil y accionar de Almagro.

Al comenzar su gestión, Albert Ramdin señaló su total apoyo a Haití para combatir a las bandas armadas, la crisis de seguridad, y dar impulso a la diversidad, algo que, los diplomáticos de izquierda están estimulando de forma majadera.

Aunque Ramdin se considera “moderado”, y “sus opiniones no son relevantes”, sería oportuno fastidiar un poco, aunque sea en esporádicos incipientes momentos de destellos cósmicos, pues, la sensación es, que, a muchos, nos pretende tomar de tontos al enfatizar la urgencia de oponerse a las sanciones de Washington contra Venezuela, mientras por otro lado edulcorara a Guyana, respecto al conflicto territorial en la región fronteriza de Esequibo. 

Para decorar con cereza el chantilly, deja claro que, China, debe ocupar una posición destacada y desempeñar un rol importante en América Latina, no solo por ser vital en cuanto a comercio e inversiones, sino asimismo referente a conexiones diplomáticas afines, manifestación obviamente marcando distancia respecto a Estados Unidos, pero, por supuesto, sin que, el “yanquismo capitalista”, deje de ser principal contribuyente económico de la “OEA”, pues, la Casa Blanca, aporta la mitad de todos los ingresos recibidos, y respalda casi la totalidad de programas.

Ante la posibilidad que, Estados Unidos pueda recortar dicha contribución, Ramdin dijo sentirse decepcionado por un país que no valora las acciones y objetivos de la “OEA”.

De ser así, la administración de la “Organización de Estados Americanos” tendría que buscar recursos alternativos, porque de lo contrario no podría continuar, le sería dificultoso sostener una línea de ejecución de proyectos, y sin lugar a duda, algunas áreas sentirían el impacto, como por ejemplo la oficina sobre “Defensa de Derechos Humanos, y “Procesos Electorales”, entre otras.

Sin lugar a duda Albert Ramdin comenzó a realizar un cambio de curso en la “OEA”, mostrando un perfil no alineado con Estados Unidos, pero apoyando a Venezuela, Cuba, y Nicaragua, a través de algunas reformulaciones a efectos de retomar imágenes más democráticas.

Hace pocos días el presidente Donald Trump ordenó la deportación de unos 200 venezolanos a El Salvador, pese a la prohibición de una orden judicial. Para Albert Ramdin, es preocupante, y señaló no solo la necesidad de evaluar el impacto de las nuevas políticas de Estados Unidos, sino el tipo de consecuencia que pueda tener. Posteriormente, acotó: “depende de los Estados miembros, debatirlo en la “OEA”, pues, es una decisión y propuesta a ser hecha por ellos”.

Con relación a las declaraciones del mandatario estadounidense sobre controlar el Canal de Panamá, como también que Canadá se convierta en el Estado 51, Ramdin, expresó: “se trata de una cuestión bilateral”.

El secretario de Estado de los Estados Unidos, Marco Rubio, y el Enviado Especial para América Latina, Claver – Carone, consideraron que, la “Organización de Estados Americanos”, tiene poca razón institucional.

¡Al parecer, se continuará produciendo considerables polvaredas, siguiendo con la pertinaz sequía para desgracia de nuestro suministro de agua y sufrimiento estéril de oídos, otrora edulcorados!    

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