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“EN CUBA LO QUE FALTA ES LA ESPERANZA”

Una luz al final del camino

Daniel Manduré

Conocemos la frase una luz al final del camino, la que muchos de nosotros utilizamos en diversas oportunidades como mensaje esperanzador, que después de momentos difíciles o de cierta oscuridad siempre habrá una luz. Esa luz a la que se la relacionada incluso desde épocas remotas a ciertos ritos funerarios. Ya desde el paleolítico se colocaban los cuerpos de quien recién partía en dirección al alba como símbolo de que en algún lugar había un nuevo amanecer para el difunto. Siempre la luz presente para marcar el camino, en sus diferentes formas, sol, fuego o el haz de luz de una simple vela iluminando.

Un día Pablo Milanés, otro Sabina, ahora Fito Páez, parecen haber encontrado esa luz en el camino.

Tres grandes referentes de la música, un cantautor cubano, otro español y un argentino, que, entre tantas otras personalidades, apoyaron durante años el régimen cubano y que en diferentes momentos pudieron ver y además reconocer el rotundo e indiscutible fracaso del régimen comunista en el mundo y especialmente en la isla caribeña.

No encuentro a nadie que siendo enemigo al régimen cubano haya cambiado su opinión y ahora lo apoye, pero son muchos, cada vez más, quien más tarde o más temprano, habiéndolo apoyado durante años, ahora levantan su voz ante tanto atropello dictatorial.

Lo decía, entre otros, el escritor uruguayo Carlos Liscano, hombre de izquierda, recientemente fallecido, ex director de la Biblioteca Nacional y ex subsecretario de cultura en su libro “Cuba, de eso mejor ni hablar” que entre durísimas críticas escribió: “Fidel fue un dictador cruel”

Milanés decía en una entrevista: “ya en 1992 tuve la convicción de que definitivamente el sistema cubano había fracasado”. Llegó a ser muy duro con el régimen, hablando incluso del fracaso feroz del comunismo y mostrándose partidario y apoyando a quienes se rebelaban y manifestaban contra el régimen y se tuvieron que exiliar de la isla.

“Fui amigo de la revolución cubana, pero ahora no puedo serlo” reconocía Sabina, refiriéndose a lo que denominó como” un gran fracaso histórico” Los que hemos sido de izquierda tenemos la responsabilidad de decir la verdad ante algunos desastres de la izquierda”

Ahora es Fito quien parece haber visto la luz. Mientras que en recientes declaraciones reconoce no saber que votar en su propio país en las cercanas elecciones, quien niega ser o haber sido kirchnerista, aclarando que solo acompañó algunas de sus leyes. Mientras les recuerda a los lectores que ya en 1999 escribía su tema “Al lado del camino” en donde decía no pertenecer a ningún ismo. Ahora declara ser amigo del pueblo cubano, pero no de su tirano régimen.

Tal vez el detonante fue cuando la mano siniestra de la dictadura cubana lo tocó a él, con la censura y manipulación que se hizo de su documental realizado por un cineasta cubano “La Habana de Fito”. Allí se relata su relación estrecha con la isla, sus experiencias vividas en los diferentes viajes y emitiendo varias críticas concretas al sistema reinante en la isla. Califica al régimen cubano como un sistema que se mueve entre la censura y el autoritarismo. Pidió que no le echen más la culpa al bloqueo de Estados Unidos por los desastres económicos y sociales del país durante estos 64 años. Dice Fito Páez además:” el ego de muchos terminó atrapado en una enredadera ideológica que no quiere ni puede ver el desastre que generó el comunismo”.

¿Tardaron mucho en ver la realidad? Puede ser. ¿Era imposible intentar tapar el sol con la mano durante mucho más tiempo? También es cierto. ¿Qué tal vez sus declaraciones, del ayer y del hoy esta inmersas en ciertas contradicciones? También podríamos llegar a coincidir en eso. Pero siempre voy a preferir a aquel que, con cierta honestidad intelectual, o por cualquier otra motivación, es capaz de reconocer su cambio y no aquel que sumergido en su profunda ceguera dogmática se cierra ante una realidad imposible de ocultar.

Lo voy a preferir siempre, aunque hayan tardado décadas en hacerlo, a aquellos que aún insisten en no reconocer incluso que en Cuba se violan los derechos humanos o que hablan de “democracia diferente” y aún presos de su propio retardo ideológico niegan que Cuba sea una dictadura.

El escritor cubano Leonardo Padura acaba de presentar su libro “Los rostros de la Salsa” y en entrevista, también en el mismo sentido, expresa con crudeza, en algunas frases la realidad cubana.

“Lo que más falta hoy en Cuba no es la comida o el combustible, lo que falta es la esperanza” o “En Cuba el miedo y el control es una industria que funciona muy bien”

Imposible explicar que democracia puede existir donde solo permiten un partido único, sin elecciones libres, con presos políticos, torturados y fusilados, con millones de cubanos obligados a exiliarse, donde solo existen medios de prensa oficialistas, con un pueblo que prefiere morir como balsero en la boca de algún tiburón que seguir muertos en vida.

Milanés, Sabina, Páez, no importa cuán oscuro pudo haber sido el recorrido, siempre habrá una luz al final del camino. Bienvenido sea, el pueblo cubano agradecido.

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