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LA IZQUIERDA WOKE

Washington Abdala

COMO PROBLEMA Y LA MUERTE DE CHARLIE KIRK. Hay un autor material, pero hay también un autor intelectual del crimen cometido. Los dos no son la misma persona. El primero es quien es, el sr. Robinson. El segundo es la enorme red de conspiración que se tejió (y se teje) desde la violencia retórica wokista empujando -con prepotencia intelectual- hacia el odio llevándolo hasta el delirio. El delirio es el asesinato. El presidente Donald Trump lo ha dicho de manera más gruesa, pero no deja de tener razón en este punto.

El wokismo, las izquierdas revolucionarias y los populismos autoritarios no lo dicen nunca explícitamente, pero abrevan en la violencia final como la última ratio de la justicia revolucionaria. No temen odiar, lo profesan y desde cierta visión mesiánica creen que ser incendiarios es un “acto santo”. Así ha sido a lo largo de la historia, lamento recordar tanta sangre fruto de sus cretinismos, pero es la verdad: los revolucionarios son hijos de esa visión tiránica y despótica. En realidad es el fanatismo que les come el alma: el fanático empuja y tironea a los otros a su infierno. Allí está el nudo gordiano.

Muerto el perro se acabó la rabia dicen algunos.

Falso, los perros se reproducen y siguen ladrando.

Los ladridos siempre estarán, así que la muerte de Charlie Kirk traerá muchos más ladridos.

Hay muchos radicales que las izquierdas y los partidos políticos “cínicos” de la posmodernidad “progresista”.  cobijan.  Los que atentan contra la vida de otro porque piensa distinto a uno son criminales. Los amigos de Hamás son criminales ideológicos. Los que creen en la superioridad étnica son criminales. Los que pasan por encima al otro con su credo son criminales del odio.

El franco tirador entonces fueron esas instigaciones, esos odios, esas investiduras que habilitaron a semejante desmesura.

La locura no es perdón de nada, menos la locura con armas. No vengan con que estaba loco o demenciado. Ya cansa ese argumento idiota.

La izquierda woke, los progresismos snobs, los que se creen que tienen la razón invocando mundo binarios (los palestinos son buenos, Israel es maldito, por ejemplo) han abonado este mundo en algo asqueante. Los humanistas innecesarios de los derechos humanos flechados, por favor, cansan también y ya no les creemos. No son necesarios para la humanidad, es más, no colaboran demasiado en la realidad.

Es verdad, el presidente Donald Trump no es sencillo, pero es producto y consecuencia de un tiempo que tiene enorme rechazo a valores que hartaron. Esa es la realidad, es más, si llegó fue por esa razón. ¿O no me digan que no lo pensaron? ¿O llega el paroxismo de lo que representan por casualidad? ¿No será que nos pudrieron a versos y mentiras a buena parte del planeta y ahora empiezan a estar desnudos y se advierta la nada misma que son?

Hay móviles desde la izquierda radical, (podría haberlos también desde la derecha) pero la víctima es de derecha, no seamos imbéciles. Los que matan odian y creen que matando se arregla algo. Nada, nunca nada.

Matar a Charlie Kirk, hábil polemista, servía al juego democrático, no era un cretino silencioso sino que de manera habilidosa defendía una visión de la vida. Una locura que se hizo realidad.

Estamos viviendo en medio de la locura.

A tomar recaudos.

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